Capítulo 22: Verdades

 


Antes de que ellos nos invadieran, yo era biólogo. La vida no estaba mal, había poco trabajo, muchas manifestaciones porque los salarios eran escasos y muchas personas empezaban a tener miedo sobre cómo sería todo en cinco o cincuenta años. Los jóvenes teníamos ese miedo constante de que si de cada generación que conseguía graduarse en la universidad, solo el 2% conseguiría trabajar de lo que realmente hubiese estudiado, el 45% entraría en el paro y el restante, haría trabajos diferentes a los que habría estudiado. No era un buen tiempo para pensar en estudiar, ni en traer niños al mundo, porque cada vez había más y más población, y con ello los recursos se agotaban antes de lo previsto. El dinero se iba desvaluando, y el mundo era bastante inestable, con mucha hambruna y conflicto porque no había forma de encontrar una armonía estable.

Había sido uno de ese porcentaje tan pequeño, en que conseguí trabajo de biólogo, pero no fue gracias a la carrera en realidad, sino a mi proyecto de tesis que corrió el mundo más rápido de lo que pensaba. La idea básica pero todavía no se podía probar, porque era demasiado teórico, el estudio en un principio se probó con plantas y algunos moluscos y parecía que encontrábamos buenas soluciones, de pasar a los humanos, todavía era un proceso realmente largo, tanto, que me quedé con las ganas, porque de repente, una noche cuando dormía plácidamente en mi casa, el proyecto desapareció de la internet y todas las copias que yo tenía también.

Pensaba que el gobierno se hubiera hecho una copia de ella, pero supuse que habían sido ellos, como lo habían estado haciendo a todos aquellos genios que intentábamos poner soluciones sostenibles a nuestras crisis mundiales, pero parecía que los gobernantes querían más el caos que intentar solucionarlo.

-        Si nos das las claves para entrar al proyecto, no le haremos nada.- repetía la Mantis.

Los ladrones habían sido ellos, quién por ahora pensaba que su llegada a nuestro mundo había sido por azar y resultó que andaban buscando algo, más valioso que todo el oro de nuestro planeta. ¿Mi proyecto en manos de ellos? ¡Tenía que ser una broma de mal gusto por el cual encontrarían divertido extorsionarme sabiendo que tenían a Leonor!

-        ¡Demuéstralo que tienes mi proyecto!- le pedí.

-        ¡Las claves!- exigía.

-        Si de verdad tenéis el proyecto, debéis saber que se pueden ver las primeras cinco páginas sin acceso restringido. ¡Quiero ver eso!- exigí.

La Mantis giró la cabeza para observarse a través del espejo del lateral derecho de la sala, y entonces la pantalla del fondo se dividió en dos partes, a la derecha estaba un documento que era la portada del primer volumen de mi proyecto, que estaba exactamente como lo recordaba, y a la izquierda seguía viendo a Leonor tumbada, amordazada y amenazada por una Mantis que tenía una aguja a punto de pincharle el brazo.

Me enseñaron las cinco primeras páginas, efectivamente, tenían el primer volumen. Me sentí violado y engañado, habían sido ellos des del comienzo, ¿cómo es posible?

-        ¿Fuisteis vosotros? ¡Hijos de puta!- grité con fuerzas.

-        Alejandro Garcia, tú nombre tiene especial repercusión, intentabas salvar tú planeta, pero puede que tú proyecto nos proporcione mejores ventajas.- respondió la Mantis desafiando superioridad.

-        ¡Hijos de puta! ¡Era mi vida! ¡Podía haber salvado mi hogar!- grité cabreado.

-        ¡Sh!- exigió, se adelantó y colocó su mano encima de mi boca.- si colaboras, tendrás el privilegio de que no la toquemos. Así que dadnos las claves.- exigió amenazando con sus ojos hipnóticos y terroríficos.

Respiré profundamente, y les di las claves.

-        Eliseo de Bustamea.- dije.

Canalizado por: Laia Galí HR.

 

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